Ideas por la Democracia es una comunidad para la reflexión, acción sobre las libertades, la justicia, el desarrollo, los derechos humanos y la paz
En momentos críticos y de gran incertidumbre, un conjunto de ciudadanos, ciudadanas, actores del mundo académico y cultural, miembros de organizaciones cívicas, comprometidos y unidos por el ideal de la democracia, nos abrimos a un espacio para el encuentro de ideas por las libertades, la justicia, los derechos humanos y la paz.
Como ciudadanos y ciudadanas, ratificamos nuestro derecho a vivir en democracia y por ello insistimos en la necesidad de construir una ruta para alcanzar un sistema político que garantice y respete los derechos humanos de quienes compartimos el gentilicio de ser venezolanos. Hoy más que nunca, renovamos nuestros esfuerzos y compromisos por una sociedad democrática.
En un contexto mundial en el que la confrontación entre los modelos autoritarios y los modelos democráticos ha alcanzado un nuevo pico, demandamos el cumplimiento de los principios y libertades fundamentales, en concordancia con los tratados internacionales en Derechos Humanos y la propia constitución venezolana.
Venezuela lleva más de dos décadas en un conflicto sostenido, marcado por el propósito del gobierno de generar un sistema político que concentre la totalidad de los poderes en la figura de un líder supremo. Un intento por concentrar el poder que ha vaciado las capacidades de los poderes públicos, que responde a intereses particulares y no a los mandatos de la gestión pública institucional, que ha impedido la alternabilidad democrática, que utiliza los propios mecanismos de la democracia para socavarla.
En este marco, la corrupción y la política de persecución y represión generalizada y sistemática contra quienes piensan diferente se han instalado en la sociedad venezolana como elementos permanentes.
La pérdida de la institucionalidad democrática ha hecho imposible la tarea de atender las necesidades básicas de la población, generando lo que se ha denominado la emergencia humanitaria compleja, fenómeno que ha causado un profundo daño al sentido de la dignidad humana de los venezolanos. Una de las más dolorosas consecuencias de esta situación ha sido la migración forzada de más de siete millones de compatriotas.
En este contexto, la sociedad civil venezolana, organizada libremente en el ejercicio de sus derechos constitucionales, ha venido realizando importantes esfuerzos para diseñar una herramienta que permita hacer oír la voz de la ciudadanía, basada en los principios y valores de la democracia, los derechos humanos y la paz. Una voz que incida en la transformación del conflicto y la solución pacífica a la crisis venezolana.
La comunidad internacional tiene un papel relevante en los esfuerzos para que el grupo en el poder retome el camino de la negociación, entendiendo esta como una oportunidad estelar para avanzar en la concreción de acuerdos políticos que garanticen la gobernabilidad democrática.
En este momento del actual proceso político, es importante tomar un nuevo impulso para seguir demandando la construcción colectiva de una sociedad capaz de responder a las exigencias que retumban por todo el país: libertad, justicia, prosperidad, respeto a la diversidad, inclusión, solidaridad, respeto a los derechos, reconquista de lo público y nueva orientación del perfil de nación en el ámbito internacional.
Las respuestas que buscamos no están fuera de nuestro territorio. Están aquí, en nuestros espacios más cercanos y en nosotros mismos. Asumimos el reto de redibujar y reconstruir nuestras redes de relación y fortalecer la confianza entre los ciudadanos y ciudadanas que nos reconocemos como sujetos de derechos y deberes en un mismo pacto social.
En estas circunstancias, es necesario no cerrar los ojos al pasado, hacer memoria, entender lo ocurrido, buscar la verdad, e iniciar el proceso de recuperación de las instituciones democráticas y la reparación a las víctimas. Atender el pasado implica avanzar en la construcción del futuro, no desde la venganza sino desde la justicia.